El pasado viernes, un grupo de 115 padres y madres del CEIP Maria Antònia Salvà se reunió para discutir el futuro inmediato de la huelga que ha mantenido a sus pequeños alejados del aula. ¿La razón? Las decisiones tomadas por la Conselleria d’Educació sobre Miquel Roldán no son suficientes para asegurar la tranquilidad que merecen.
Los progenitores están firmes en su postura. Según ellos, las medidas propuestas son solo parches que no garantizan en absoluto la seguridad de los menores. Y es que, recordemos, Roldán fue condenado por acosar a un exalumno menor de edad en 2024. Por eso, tras recibir asesoramiento legal y evaluar cada opción, han decidido seguir sin llevar a sus hijos al colegio.
Una voz unida contra lo inaceptable
La huelga se inició con la esperanza de lograr la destitución inmediata de Roldán durante los días 10, 11 y 12 de septiembre. Sin embargo, parece que la Conselleria ha optado por una solución menos contundente: un refuerzo en las tareas del maestro y evitar que esté solo con los alumnos. Pero para estas familias, esto no es suficiente.
A través de un comunicado cargado de urgencia y determinación, los padres han instado a Margalida Prohens, Presidenta del Govern, y al conseller d’Educació, Antoni Vera, a visitar el centro y dialogar con ellos. Han propuesto el próximo lunes 15 como fecha ideal para ese encuentro decisivo; así que los niños del Maria Antònia Salvà seguirán sin clase mientras esperan respuestas claras.
A pesar del tenso panorama, quienes asistieron a la reunión destacaron el ambiente tranquilo entre todos. «Pensábamos que habría más agitación pero todos se mostraron serenos; estamos unidos en esta decisión», dijeron desde el AFA con un tono esperanzador. Lo cierto es que este inicio de curso trae consigo una preocupación palpable entre las familias, quienes claman por una solución real que garantice el bienestar de sus hijos.