La tarde del 10 de septiembre se tornó inquietante en las calles de Manacor. Una joven, mientras disfrutaba de un paseo, se vio envuelta en una situación que jamás habría imaginado. Un hombre, a bordo de una furgoneta blanca, comenzó a seguirla. Y no solo eso; lo hacía mientras realizaba un acto repugnante frente a ella.
La menor, al darse cuenta de que la furgoneta se acercaba cada vez más y que el individuo la observaba con mirada fija, sintió cómo la angustia le apretaba el pecho. En un momento aterrador, pudo ver cómo el hombre conducía con una mano y con la otra cometía un acto inaceptable. Sin duda alguna, ese instante fue para ella un verdadero puñal al corazón.
Una reacción valiente
Aterrorizada pero decidida a no dejarse amedrentar, buscó refugio en un aparcamiento cercano donde el acosador no pudo seguirla. Con los nervios aún a flor de piel, se dirigió rápidamente a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Manacor para denunciar lo sucedido. Su valentía hizo que los agentes pudieran identificar al sospechoso rápidamente.
Finalmente, este individuo fue detenido por presunto delito de exhibicionismo. Este tipo de situaciones nos recuerdan lo importante que es proteger a nuestros jóvenes y apoyarles para que hablen cuando se sienten amenazados. No podemos permitir que estas historias queden sin contar; todos merecemos vivir sin miedo.