La tarde de este sábado, un joven ha vivido una experiencia que, sin duda, no olvidará fácilmente. A eso de las 15:30 horas, mientras circulaba por la carretera que une Son Carrió con Manacor, perdió el control de su coche y terminó estampándose contra un muro. El estruendo del impacto resonó en la zona y dejó a todos con el corazón en un puño.
El vehículo quedó hecho añicos, mostrando el triste estado al que pueden llegar nuestros coches cuando la fatalidad se presenta. Afortunadamente, aunque el joven sufrió lesiones leves, algunas de ellas sangrantes tras el golpe brutal, fue atendido rápidamente por los servicios de emergencia que llegaron al lugar. Gracias a la llamada de un testigo al 112, se movilizaron varias unidades de Protección Civil y agentes de la Policía Local para ayudar en lo que fuera necesario.
El despliegue ante la emergencia
Los sanitarios realizaron su labor con gran profesionalidad y lograron estabilizar al chico antes de trasladarlo en ambulancia a un centro hospitalario. Esas situaciones son siempre tensas; nos recuerdan lo frágil que puede ser todo en cuestión de segundos. Este accidente nos deja reflexionando sobre la seguridad vial y lo importante que es cuidar cada detalle mientras estamos al volante. Hay que recordar siempre que nuestras acciones pueden tener consecuencias inesperadas.