En un giro que deja a todos con la boca abierta, un juzgado de Palma ha decidido archivar la causa contra dos turistas irlandeses de apenas 18 años. Estos jóvenes fueron detenidos tras dar una paliza a un hombre de 71 años y a su pareja en Santa Ponça, un lugar donde uno esperaría disfrutar del sol y la tranquilidad, no de incidentes violentos.
La historia comenzó en la madrugada del pasado 17 de julio, cuando un joven irlandés de 20 años estaba en una tienda de tatuajes haciéndose un piercing. Fue entonces cuando entraron en escena estos dos chicos, que al parecer tenían ganas de bronca. Con una actitud desafiante, preguntaron: “¿Qué miras?, ¿qué pasa, quieres pelea?”. Lo que siguió fue un despliegue total de agresividad que terminó con el chico tirado en el suelo.
Un desenlace inquietante
La situación se tornó aún más trágica cuando el abuelo del chico agredido intentó intervenir para separar la pelea. Su valentía le costó caro; también recibió golpes. Al final, los dos heridos tuvieron que ser trasladados a una clínica con varias fracturas en el rostro, mientras que los presuntos agresores intentaron ocultarse entre unos coches. Cuando llegaron las fuerzas del orden, estos jóvenes decidieron correr como si fueran protagonistas de una película.
Lo impactante es que ahora todo esto se queda sin consecuencias legales debido a que las víctimas no lograron identificar a sus atacantes. La jueza ha dado luz verde al archivo del caso argumentando esta falta de pruebas contundentes. A veces parece que la justicia se juega con dados cargados y nosotros nos quedamos aquí preguntándonos: ¿dónde queda nuestra seguridad?