En una noche que prometía ser tranquila, la oscuridad de Palma se vio interrumpida por un hecho desgarrador. Un hombre, de nacionalidad colombiana, fue detenido tras acuchillar en repetidas ocasiones a una mujer con la que había estado compartiendo unos tragos. Todo ocurrió en la madrugada del pasado domingo, cerca del club marítimo de Cala Nova.
La escena era preocupante: varios testigos observaron cómo una mujer y su acompañante empezaron a discutir acaloradamente. Entre insultos y gritos, el ambiente se tornó hostil. Uno de los presentes, al ver la violencia desatada, se acercó para confrontar al agresor. Sin embargo, lo que sucedió después fue aterrador; el hombre sacó un cuchillo de cocina y arremetió contra la mujer.
Una llamada desesperada y la rápida respuesta policial
La situación fue tan alarmante que alguien decidió llamar a emergencias. Cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, encontraron a la mujer tendida en el suelo recibiendo atención médica; tenía cortes visibles en sus brazos y en la zona lumbar. Aunque su estado no era grave, las heridas eran suficientes para preocuparnos. A pesar del sufrimiento evidente, ella no quiso hablar con los policías sobre lo sucedido.
A medida que los investigadores hablaban con testigos que presenciaron toda la escena, empezaron a armar el rompecabezas. La pareja había estado bebiendo antes de que todo se tornara violento. Tras varias horas buscando al sospechoso, finalmente lo localizaron en la mañana del lunes. No era difícil reconocerlo: llevaba ropa manchada de sangre y presentaba un corte en el antebrazo derecho.
El propio hombre intentó justificar sus acciones alegando que se había lastimado durante una discusión con otra amiga que le dio un puñetazo. Pero las evidencias estaban ahí y los agentes no tardaron en arrestarlo por lesiones. Este triste episodio nos recuerda cómo a veces una noche cualquiera puede convertirse en algo aterrador.