Las fiestas en Porreres deberían ser un momento de celebración, pero esta vez se convirtieron en una pesadilla para algunos vecinos. «Eran las 3:30 de la madrugada y estábamos durmiendo cuando, de repente, unos golpes brutales nos despertaron. La puerta la rompieron a patadas», relata un afectado visiblemente asustado. El sonido del portón crujir era inconfundible, y la cerradura saltó al suelo como si fuera papel.
Un espectáculo lamentable
No es un caso aislado; parece que este tipo de actos vandálicos se han vuelto más comunes durante las últimas semanas en el pueblo. Además de las puertas destrozadas, también han reportado daños en retrovisores y mobiliario urbano. En medio del caos, el vecino grabó a un grupo de jóvenes que parecían haberse descontrolado tras haber consumido alcohol. Pero cuando se dio cuenta de que lo estaban mirando, la situación escaló rápidamente. «Uno estaba completamente fuera de sí y empezó a golpear nuestra puerta. Me asomé, pero ya no estaban allí», continúa narrando.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que ese mismo joven volviera a aparecer por los alrededores del Parc de s’Hereveta. Con insultos como ‘Beneitarro’ o ‘vell de merda’, mostró una actitud desafiante e incluso tuvo el descaro de bajarse los pantalones ante mí. Fue una experiencia muy desagradable», añade el vecino con voz temblorosa.
Aparentemente, estos jóvenes son residentes locales o vienen de pueblos cercanos; su comportamiento errático bajo los efectos del alcohol ha creado un clima tenso en la comunidad. «Está bien salir a divertirse, pero esto no puede seguir así», lamenta el afectado mientras enfatiza que muchos se sienten intimidados por estos actos irresponsables y provocativos.
A pesar del creciente malestar entre los vecinos, tanto la Guardia Civil como la Policía Local están intentando hacer frente a esta situación complicada sin mucho éxito. Identificar a los responsables y aplicar sanciones resulta un verdadero quebradero de cabeza, sobre todo si estamos hablando de menores.