En una noche que debería haber sido de diversión y risas, la realidad se tornó oscura para un joven en Palma. La Policía Nacional ha detenido a tres chicos, de origen argelino, quienes decidieron usar la violencia como medio para robar. Todo ocurrió a la salida de un local donde, como muchas veces, las luces brillaban y la música sonaba. Pero no todo era fiesta.
Era el 17 de agosto cuando este joven fue abordado por uno de los agresores que le pidió un cigarro. Aparentemente inofensivo, este gesto dio paso a lo que sería una pesadilla. Sin previo aviso, varios individuos se acercaron por detrás y trataron de arrebatarle su bandolera. Al resistirse, comenzó un forcejeo brutal en el que estos chicos, armados con barras metálicas, no dudaron en golpearle para conseguir sus pertenencias.
Una situación aterradora
Pese al miedo y el dolor, el joven luchó por mantener lo que era suyo: su teléfono móvil, 150 euros y varias tarjetas personales. Pero los atacantes no se detuvieron ahí; uno de ellos incluso arrancó con fuerza la cadena que llevaba colgada del cuello. Tras llevar a cabo su ataque cobarde, huyeron a toda prisa deshaciéndose del teléfono robado.
Afortunadamente, la Policía llegó rápidamente al lugar tras ser alertada. El joven pudo describir con claridad a sus agresores y señalar la dirección por donde habían escapado. En cuestión de minutos, los agentes localizaron a tres sospechosos en la calle Alfonso El Magnánimo. Un cacheo reveló que uno portaba la cadena robada mientras otro tenía una tarjeta identificativa del joven.
Detenidos como presuntos autores de un delito de robo con violencia, los chicos ya no podrían escapar de las consecuencias de sus actos tan despreciables. Finalmente, nuestra víctima se presentó en comisaría para formalizar su denuncia y recuperar lo que le pertenecía.