La Guardia Civil ha dado un golpe duro al comercio ilegal en Can Picafort, incautando nada menos que 2.506 prendas falsificadas en un par de tiendas del municipio. Este asalto a la piratería se llevó a cabo el pasado 18 de agosto, cuando una patrulla de Fiscal y de Fronteras de Pollença realizó una inspección acompañada por representantes legales de conocidas marcas deportivas.
Estos expertos no estaban allí solo para hacer acto de presencia; traían consigo denuncias serias sobre el uso reiterado y abusivo de sus logotipos y nombres comerciales. Y es que vender productos sin licencia, además de ser un timo, supone un doble perjuicio: afecta económicamente a las marcas legítimas y mancha su prestigio, todo mientras los comercios legales luchan contra esta competencia desleal.
Las consecuencias del negocio sucio
Los representantes legales formalizaron las denuncias y los agentes se pusieron manos a la obra, revisando dos locales donde encontraron esa avalancha de ropa deportiva que imitaba sin piedad a marcas internacionales reconocidas. El resultado fue claro: dos personas están bajo investigación por delitos contra la propiedad industrial. Pero esto no acaba aquí; las investigaciones siguen abiertas y podría haber más implicados en este entramado que tira por la borda el esfuerzo legítimo del comercio local.