Un día cualquiera en Gènova se tornó inesperadamente caótico. Todo comenzó con un ligero hundimiento en la carretera, algo que a primera vista podría parecer un simple inconveniente, pero que rápidamente se transformó en una complicación para todos los que transitaban por el carrer Tramvia.
Desde primeras horas de la tarde del sábado, los trabajadores de Emaya se lanzaron a la acción tras descubrir que una tubería había estallado, dejando un socavón justo a la altura del conocido restaurante Casa Jacinto. A las 14:30 horas, la Policía Local de Palma tuvo que intervenir para gestionar el tráfico, restringiendo el paso por esta vía tan transitada.
A medida que avanza la situación
Pese al revuelo generado, desde Bonanova aún es posible acceder a Gènova. Sin embargo, mientras los operarios trabajan para reparar este imprevisto daño, han delimitado una zona segura. No hay duda de que esta situación ha dejado a muchos con ganas de opinar; después de todo, ¿quién no se ha visto afectado por las sorpresas del asfalto?