La tarde del viernes, la escena en el mar al suroeste de Cabrera se tornó dramática cuando la Guardia Civil y Salvamento Marítimo pusieron en marcha un gran dispositivo para localizar a 12 migrantes que han desaparecido. La patera, que fue encontrada varada a unas 60 millas de Mallorca, había sido testigo de una travesía llena de esperanza y miedo.
Los equipos de rescate lograron sacar a 14 personas con origen magrebí del agua. Sin embargo, el estado crítico de uno de ellos obligó a realizar una evacuación urgente en helicóptero hacia un hospital cercano. Es desgarrador pensar que entre las voces escuchadas, algunos decidieron saltar al mar al ver tierra firme, creyendo erróneamente que podrían nadar hasta la costa.
Búsqueda coordinada en medio del desasosiego
A medida que caía la noche, los esfuerzos por encontrar a los desaparecidos se intensificaban. Los equipos no escatiman recursos; medios aéreos y marítimos están trabajando codo a codo para hacer frente a esta situación angustiosa. En total, viajaban 26 personas en esa embarcación, pero ahora nos enfrentamos a una realidad dura: ¿qué les ha pasado a esos 12 migrantes?
Este tipo de tragedias nos recuerdan lo frágil que es la vida y cómo el deseo de buscar un futuro mejor puede llevarnos por caminos peligrosos. En momentos como estos, es vital unirnos como sociedad y reflexionar sobre nuestras prioridades.