El mar vuelve a ser testigo de una tragedia que nos golpea el corazón. Salvamento Marítimo se encuentra inmerso en la búsqueda de personas desaparecidas tras el naufragio de una embarcación en Portopetro. Las familias, repletas de esperanza y temor, aguardan noticias desde sus países de origen, deseando fervientemente que la barca hallada a la deriva, con un fallecido y diecinueve heridos a bordo, sea la misma que fue reportada por Caminando Fronteras el pasado 17 de agosto.
Nueva alerta en el horizonte
Pero como si esto no fuera suficiente, ha surgido otra alarma sobre una nueva embarcación irregular también desaparecida mientras navegaba hacia las islas. Helena Maleno, activista y periodista comprometida con los derechos humanos, ha explicado que «acabamos de dar la alerta; hemos recibido información sobre una barca que partió desde Argelia con 25 personas rumbo a Baleares». ¿Quiénes son esas personas? Familias somalíes desesperadas por saber del paradero de sus seres queridos.
El mismo día 17, Caminando Fronteras recibió llamadas angustiantes de estas familias: «Nos contaron sobre una embarcación con 23 personas abordo -siete eran mujeres-, todas provenientes de Somalia menos dos migrantes sudaneses». Tras comunicarlo a Salvamento Marítimo, Helena asegura que aunque hay similitudes evidentes entre ambos casos, la falta de transparencia complica las cosas: «No sabemos si es esta misma barca que naufragó ayer», lamenta.
Acompañar a las familias en estos momentos es fundamental; les ofrecen apoyo psicológico y explican los protocolos estatales. Sin embargo, desde Caminando Fronteras critican cómo se manejan estos trágicos sucesos: «En lugar de priorizar la asistencia a las víctimas, se aplica antes el protocolo de extranjería», algo inaceptable para quienes han sufrido tanto.
Este verano ha traído consigo más preguntas que respuestas; más de 40 cadáveres han aparecido en nuestras costas baleares sin explicación aparente. ¿Por qué tantos muertos tan cerca? La periodista no duda al afirmar que hay cuestiones urgentes por investigar: “Hemos encontrado cuerpos maniatados en Alicante y otras aguas”, dice Helena con preocupación. Las autopsias revelaron datos alarmantes; aunque sin signos visibles de violencia, su muerte no parece ser fruto del ahogamiento.
Cerramos este capítulo sombrío hablando del racismo institucional presente incluso en salvamentos. Helena expresa su indignación: “La protección en el mar debería ser un derecho universal. Si fueran turistas franceses desaparecidos, seguramente habría un despliegue inmediato”. La situación actual clama por cambios urgentes; todos merecemos igual atención y respeto ante la adversidad.