El pasado domingo, en un barrio que no se caracteriza por la calma, un hombre fue arrestado por la Policía Nacional tras disparar con una escopeta de perdigones a otro. La escena tuvo lugar en Son Gotleu, Palma, donde el agresor se enfrenta a serias acusaciones: intento de homicidio, tenencia ilegal de armas y lesiones. Pero esto no acaba aquí; también se llevó a cabo la detención de su mujer, quien con astucia envolvió el arma en una manta para ocultarla, y su sobrino, que no dudó en acompañarle armado con cuchillo y navaja.
Una confrontación inesperada
Los hechos ocurrieron temprano por la mañana del 16 de junio. Una pareja junto a su sobrino decidieron buscar a la víctima en una calle del barrio. Sin previo aviso, uno de ellos disparó al hombre, quien no tardó en salir corriendo para salvarse. Los vecinos, alarmados por el estruendo, llamaron rápidamente a la Policía Nacional.
Las patrullas llegaron al lugar casi al instante y encontraron un cuchillo y una navaja tirados cerca del sitio. Posteriormente, los agentes se trasladaron al hospital Son Espases donde atendían a un hombre herido; tenía varios perdigones incrustados en una pierna.
La víctima relató lo sucedido: había sido atacado sin compasión por alguien conocido. A partir de ahí, el Grupo de Atracos comenzó una investigación para identificar a los culpables y esclarecer este violento episodio. Con paciencia e ingenio lograron dar con el autor del disparo; era alguien con quien tenía cuentas pendientes.
A medida que avanzaban las pesquisas se descubrió que el principal sospechoso no actuaba solo; contaba con dos cómplices: su sobrino armando líos con armas blancas y su mujer tratando de ocultar las pruebas.
Sin embargo, esta historia tiene más giros inesperados. La noche del 16 de agosto hubo otro incidente similar cuando el mismo agresor aprovechó que su víctima estaba en un bar rodeado de gente para abrir fuego indiscriminadamente. Esto causó pánico entre los clientes e hirió no solo a la víctima sino también a otros tres inocentes.
Finalmente, al día siguiente alrededor de las 14:50 horas en Manacor, los agentes dieron con él y lo arrestaron junto con algunas armas blancas encontradas en su vehículo. El Grupo de Atracos siguió trabajando arduamente hasta detener también al sobrino y la mujer implicados; aunque este último quedó libre poco después.