El pasado martes por la tarde, una escena poco habitual sacudió el ajetreado ambiente del Port d’Andratx. Un autocar de la compañía Comas, que circulaba por la calle Ponent, decidió hacer una parada inesperada al quedar atrapado en el bordillo de la acera. Y no, no era un espectáculo para reírse: estuvo inmovilizado durante más de media hora, generando un revuelo entre los vecinos que no podían creer lo que veían.
La intervención heroica de los agentes
Cuando sonó el aviso, los agentes de la Policía Local no tardaron en presentarse. ¿Y qué hicieron? Sin pensárselo dos veces, pidieron ayuda a los bomberos de Mallorca para liberar al gigante encajonado. Pero mientras esperaban su llegada, no se quedaron cruzados de brazos. Con gran determinación y un toque de ingenio, comenzaron a picar con una maza el bordillo para intentar facilitar la salida del vehículo.
Acompañados por un vecino que estaba trabajando por allí y que rápidamente se unió a la causa con una herramienta en mano, lograron crear espacio suficiente para liberar el autocar. Este vehículo estaba vacío en ese momento, ya que se dirigía a recoger a un grupo de pasajeros ansiosos por comenzar su viaje.
Finalmente, tras unos momentos llenos de tensión y curiosidad colectiva entre los transeúntes del lugar, los policías lograron desencajar el autocar sin causar daños mayores. La situación se resolvió satisfactoriamente y dejó a todos preguntándose cómo es posible que algo así suceda en uno de los lugares más transitados del puerto. Una historia más que añadir al relato cotidiano del Port d’Andratx.