En el corazón de Consell, el Punto Verde se ha convertido en un campo de batalla. La Policía Local ha decidido poner fin a los comportamientos incívicos que han empañado este espacio tan necesario para nuestra comunidad. Y es que, tras semanas de vigilancia intensificada, han logrado identificar a un vecino que, como si no hubiera mañana, decidió arrojar su basura en plena noche y sin ningún tipo de vergüenza.
Un llamado a la responsabilidad comunitaria
Pero no solo se queda ahí. También están tras la pista de otro individuo que ha optado por hacer lo mismo en este lugar. ¿Acaso no somos capaces de cuidar nuestro entorno? Gracias al sistema de videovigilancia instalado, los agentes pueden registrar estas acciones y mantener un control sobre los accesos. Pero más allá de las cámaras, es esencial que cada uno de nosotros asuma su parte y reflexione sobre cómo nuestras acciones afectan a la comunidad.
Además, hay varios infractores en el centro del pueblo que están poniendo en jaque los puntos de recogida con sus malas prácticas. Este tipo de comportamiento no solo desmerece nuestro municipio, sino que también provoca una sensación incómoda entre los vecinos. Así que aquí va un mensaje claro: ¡es hora de poner fin al monocultivo turístico y empezar a cuidar lo nuestro!