En la noche del pasado viernes, el silencio de las calles de Alcúdia se rompió con un acto violento que ha dejado a todos en estado de shock. Un agente de la Policía Local, cumpliendo con su deber durante un control de alcoholemia, fue apuñalado por un conductor que, tras dar positivo, decidió sacar un cuchillo y atacarlo.
El agente logró defenderse en medio del caos, pero no sin sufrir una herida grave en el brazo. La imagen de su corte es impactante y habla por sí sola del peligro al que se enfrentan nuestros policías cada día. ¿Hasta cuándo vamos a permitir este tipo de agresiones? Esto ya no es solo una cuestión de seguridad, es una llamada urgente a la acción.
La indignación recorre la comunidad
El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España no ha tardado en pronunciarse y han calificado este ataque como «gravísimo». En su comunicado afirman: «No son tolerables las amenazas y agresiones a compañeros que desarrollan su labor en beneficio de toda la ciudadanía». Es fundamental recordar que ellos están ahí para protegernos y merecen nuestro apoyo incondicional.
Además, el sindicato pide justicia real y efectiva. «No podemos tolerar que un servidor público vea en peligro su vida», enfatizan con firmeza. Este grito desesperado resuena entre nosotros; necesitamos leyes más estrictas para proteger a quienes nos cuidan.
A lo largo del mensaje también se ofrecen recursos legales para ayudar al compañero agredido si decide llevar el caso adelante. Sin duda alguna, esto es una muestra clara del compromiso solidario entre los miembros del cuerpo policial. Todos debemos unirnos para luchar contra esta ola de violencia que no tiene cabida en nuestra sociedad.