La historia que vamos a contar no es solo una más. Es un relato de miedo y valentía, donde una joven se enfrentó a un acoso que duró años. Todo empezó en 2020, cuando un hombre de 32 años y su madre de 61 decidieron hacer de la vida de esta mujer un auténtico calvario. ¿Cómo? Pinchándole las ruedas del coche y acosándola a través de redes sociales con perfiles falsos. Sí, así de crueles fueron.
Un ciclo interminable de hostigamiento
La investigación por parte de la Policía Local de Palma comenzó después de que la joven, con apenas treinta años, denunciara el último ataque el pasado 24 de julio. Al llegar al coche aparcado en la calle Rafaletes, se encontró con las ruedas pinchadas, algo que ya había sufrido anteriormente en enero. ¡Qué horror! Fue entonces cuando los agentes revisaron las grabaciones del sistema de videovigilancia y descubrieron a madre e hijo actuando como si fueran unos verdaderos criminales.
Con guantes negros, el hijo se agachaba junto al vehículo mientras su madre le instigaba. Y lo más impactante es que estas dos personas eran clientes habituales del lugar donde trabajaba la víctima; tanto es así que tuvo que ser trasladada a otra tienda debido al acoso previo. La joven no estaba dispuesta a dejarse amedrentar.
Cansada del hostigamiento constante, decidió presentar una segunda denuncia detallando todos los episodios vividos y solicitó una orden de alejamiento. En su relato mencionó cómo el acosador había contactado con ella desde un perfil falso en redes sociales y cómo sus llamadas habían sido tan insistentes que obligaron a cambiar su número telefónico y hasta su lugar de trabajo.
Aparentemente, este individuo quería mantener una relación con ella, pero ante la negativa clara por parte de la víctima comenzaron los ataques sistemáticos.
Tanto madre como hijo han sido citados para comparecer ante el juzgado y se les ha impuesto una orden que les prohíbe acercarse a menos de 200 metros de ella o comunicarse bajo cualquier circunstancia. El hijo enfrenta cargos por coacciones y daños leves; mientras su madre es considerada coautora del mismo delito leve. La justicia está empezando a actuar contra esta situación intolerable.