Todo comenzó en la mañana del miércoles, cuando el reloj marcaba poco antes de las 10.00 horas. En la avenida Notari Alemany, una patrulla de la Policía Local de Calvià se topó con un vehículo sospechoso. ¿Qué hizo el conductor? En lugar de detenerse, pisó el acelerador y decidió que lo mejor era salir disparado. Así empezó una persecución frenética, que no dio tregua a nadie.
Un recorrido sin frenos ni consideración
Con más de 10 kilómetros por recorrer y esquivando coches como si fuera un videojuego, el joven, español y residente en la zona, tomó dirección a Palma por la autopista de Andratx. La situación se volvió aún más caótica cuando otra patrulla y varios motoristas se unieron al seguimiento. La adrenalina corría por las venas de los agentes mientras intentaban poner fin a esta locura.
El temerario al volante de su pequeño Fiat no mostró respeto alguno por la seguridad vial. Se movía como si nada importara hasta que llegó al acceso hacia Génova. Pero allí, su suerte se agotó: los coches patrulla lograron cerrarle el paso y detuvieron su desenfrenada carrera.
Una vez identificado, resultó que este joven tenía el carnet retirado y además había una requisitoria judicial sobre él. Finalmente, todo quedó en manos de la Guardia Civil, mientras todos respiraban aliviados tras esta peligrosa aventura por las carreteras de Calvià.