En la madrugada de este viernes, la tranquilidad de Alcúdia se vio brutalmente interrumpida. Un conductor, que parecía ser uno más en un control rutinario de alcoholemia, se convirtió en el protagonista de una historia que nadie esperaba. Este hombre, colombiano y con 36 años a cuestas, sacó un cuchillo del bolsillo y apuñaló a uno de los agentes presentes. Afortunadamente, el policía logró esquivar el golpe inicial, pero no sin sufrir una herida considerable en su brazo tras un forcejeo.
El inesperado giro del control
El suceso tuvo lugar alrededor de las 4:00 horas en la calle Corneli Atic. Los agentes estaban llevando a cabo su labor cuando pararon el vehículo del agresor. Al principio, todo parecía ir bien; él colaboraba y seguía las indicaciones al pie de la letra. Sin embargo, al arrojarle los resultados positivos —0,80 mg/l— del test de alcoholemia, la situación dio un giro inesperado.
Cuando el agente le explicó las consecuencias legales que enfrentaba y le pidió que firmara el acta correspondiente, fue entonces cuando ocurrió lo impensable. El hombre lo agarró del brazo y trató de clavarle el cuchillo en el cuello. En medio del caos y con sus compañeros acudiendo al rescate, lograron someterlo mientras el agente herido necesitaba urgentemente atención médica.
A pesar del susto y las heridas sufridas —una docena de puntos para cerrar la profunda cortada—, los compañeros del policía están devastados por lo ocurrido. Esta historia nos recuerda que detrás de cada uniforme hay seres humanos arriesgando su vida para mantenernos seguros. Ahora este caso ha sido traspasado a la Guardia Civil para continuar con las investigaciones pertinentes.