Esta mañana, a eso de las 11:20, el mar al sur de Ibiza se ha visto envuelto en un espectáculo desolador. Un yate de 28 metros, conocido como Da Vinci, que navegaba cerca de es Vedrà, ha comenzado a arder. En cuestión de minutos, los efectivos de Salvamento Marítimo y los Agentes de Medio Ambiente del Govern han hecho acto de presencia para intentar sofocar las llamas.
Una rápida respuesta ante la tragedia
A bordo del yate, que tiene su puerto base en Alicante, se encontraban cuatro pasajeros junto con dos tripulantes y el capitán. Todos ellos fueron trasladados sin contratiempos a una embarcación de Salvamento Marítimo; afortunadamente, no ha habido heridos que lamentar. Sin embargo, la situación se complicó cuando al intentar remolcar el yate hacia el puerto de Ibiza, empezaron a salir humo y pequeñas llamas desde la sala de máquinas.
No cabe duda de que este tipo de incidentes nos recuerdan lo frágil que puede ser la belleza del Mediterráneo. La respuesta rápida por parte de los servicios competentes es digna de reconocimiento, aunque siempre queda ese sabor amargo al ver cómo un lujo puede convertirse en un desastre natural casi instantáneamente.