En Palma, la historia de un encuentro inesperado ha tomado un giro oscuro. Un hombre, que parecía inofensivo al principio, se convirtió en el autor de un robo violento que dejó a un joven marcado tanto física como emocionalmente. Todo comenzó una tarde de junio, cuando la víctima disfrutaba de un rato en un bar del barrio de Arxiduc. Tras compartir algunas palabras y risas con este desconocido, decidió aceptar su oferta de compañía hasta su hogar.
Un gesto amable que se tornó en pesadilla
Pese a sus reservas iniciales, el joven abrió la puerta para invitarle a tomar un vaso de agua. Sin embargo, lo que iba a ser un momento tranquilo se transformó rápidamente en una escena de terror. En cuestión de segundos, aquel que parecía ser solo otro chico del barrio intentó arrancarle la cadena del cuello. La resistencia del joven fue brutalmente respondida; el delincuente le empujó con tal fuerza que cayó al suelo, golpeándose la cabeza y sufriendo un traumatismo craneoencefálico.
Después del ataque, no solo se llevó su cadena: también desapareció un anillo de oro blanco con diamantes que el joven había notado poco después. La historia no terminó ahí; gracias a la rápida acción del Grupo de Policía Judicial Centro y tras recibir la denuncia correspondiente, comenzaron las investigaciones para dar con este ladrón astuto.
Finalmente, las autoridades lograron identificar y arrestar al sospechoso el pasado viernes. Para cerrar esta herida abierta en la comunidad, los agentes recuperaron tanto la cadena como el anillo robados y los devolvieron a su legítimo propietario. Un recordatorio más de que no todo lo que brilla es oro y hay quienes aprovechan incluso los gestos más amables para hacer daño.