Era un sábado cualquiera en Deià, cuando la tranquilidad del mediodía se vio interrumpida por un ladrón que decidió hacer de las suyas. Más de 50.000 euros en joyas desaparecieron de una casa donde sus propietarios estaban presentes, como si nada importara. Pero la historia no termina ahí.
La rápida reacción de las autoridades
Gracias a la coordinación eficaz entre la Policía Local de Deià y Valldemossa, el ladrón fue detenido casi al instante tras el robo. Mientras él intentaba huir en un viejo Citröen C3, los agentes le dieron caza rápidamente. La escena podría haber sido parte de una película, pero era la cruda realidad. El delincuente, un rumano de 46 años, había entrado en la vivienda y se había hecho con un botín impresionante antes de que nadie pudiera reaccionar.
El alerta llegó por parte de un familiar que llegó justo a tiempo para descubrir al intruso en acción. Con las joyas ya en su poder, el ladrón salió corriendo como si el tiempo fuera su aliado. Pero no contaba con la respuesta inmediata de la policía local. Gracias a una rápida comunicación sobre el vehículo que conducía, los agentes interceptaron al sospechoso justo en el cruce hacia el Monte de Fátima.
Al registrar el coche, encontraron las joyas robadas escondidas en uno de los compartimentos del auto. En ese momento, quedó claro que su plan había fracasado estrepitosamente y fue arrestado sin mayores complicaciones.
Ahora es la Guardia Civil quien se hace cargo del caso para investigar si este hombre está relacionado con otros robos ocurridos recientemente por diferentes localidades de la Serra de Tramuntana o incluso otras partes de la isla. Una situación alarmante que nos recuerda lo vulnerables que podemos ser en nuestros propios hogares.