Era una tarde de miércoles cuando la Policía Nacional hizo su entrada en los juzgados de Vía Alemania, trayendo consigo una historia que no deja a nadie indiferente. Una mujer de 41 años había sido detenida, y lo que había hecho es simplemente escalofriante. Exigir 70.000 euros a su exnovio a cambio de no difundir fotografías íntimas, eso fue el detonante.
«Si quieres que lo borre, todo tiene un precio», le decía entre mensajes cargados de amenazas. La tensión creció aún más cuando ella, visiblemente alterada tras enterarse de que él había comenzado una nueva relación, comenzó a acosarlo con mensajes desde la noche del lunes hasta la mañana del martes.
Un juego peligroso
El hombre decidió dar el paso y denunciarla, pero antes de hacerlo ya había sido víctima del acoso psicológico: «Voy a acabar contigo», le decía sin tapujos. No solo eso; incluso amenazó con involucrar a su familia en esta tormenta emocional: «Mi padre quiere matarte». ¿Hasta dónde llega la desesperación humana?
Al mismo tiempo que presentaba la denuncia, el hombre se dio cuenta de que su expareja había publicado en WhatsApp una imagen suya desnudo, accesible para todos sus contactos. Poco después, recibió un mensaje inquietante de su actual pareja informándole que ella le había enviado varias fotografías íntimas junto con la frase perturbadora: «todo para ti».
A partir de aquí, la Policía no tardó en actuar y arrestarla como presunta autora de un delito de malos tratos. El resultado: libertad bajo condiciones estrictas y una orden de alejamiento. ¿Es esto suficiente para protegerlo? La historia nos recuerda que hay relaciones tóxicas que pueden dejar cicatrices profundas. En este caso, parece claro que hay mucho más detrás de esas palabras hirientes.