La tarde del jueves se tornó oscura para muchos cuando ocurrió un accidente trágico en la piscina de un hotel en Sa Coma, Sant Llorenç des Cardassar. Una pequeña de solo seis años, de nacionalidad finlandesa, sufrió un ahogamiento que ha dejado a todos consternados.
El reloj marcaba las 14:00 horas cuando la desesperación se apoderó del lugar. Una socorrista y una usuaria, que resultó ser enfermera, vieron a la niña flotando bocabajo. Sin pensarlo dos veces, saltaron al agua y la sacaron con rapidez. Al darse cuenta de que no respiraba, comenzaron a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar como si sus vidas dependieran de ello.
Un desenlace angustioso
Milagrosamente, tras unos momentos que parecieron eternos, la pequeña reaccionó y comenzó a expulsar el agua que había tragado. Sin embargo, el horror no había terminado; pronto llegó una ambulancia del 061 junto con agentes de la Policía Local y miembros de la Guardia Civil. El equipo médico trabajó rápido para estabilizarla antes de llevarla al Hospital Son Espases. La niña estaba semi-inconsciente y presentaba un código politrauma grave.
Es increíble cómo situaciones así pueden cambiarlo todo en cuestión de segundos. Nos recuerda lo frágil que es la vida y cómo cada momento cuenta. En este caso, hubo héroes anónimos dispuestos a actuar cuando más se necesitaba.