En la madrugada del pasado domingo, una noche que prometía diversión se tornó en un auténtico drama en Platja de Palma. Un hombre alemán, que desempeñaba funciones como portero en una conocida discoteca, decidió que la vestimenta de un cliente suizo no era adecuada y, tras una acalorada discusión, desató su furia de manera brutal.
El resultado fue devastador: dos patadas al pecho y un puñetazo directo al rostro que hizo que la víctima cayera al suelo, golpeándose la cabeza con tal fuerza que le provocó una fractura craneal. Este joven, por culpa de un malentendido y una reacción desmedida, terminó ingresado en estado crítico en la UCI del Hospital Son Espases.
La intervención de los testigos
Aquellos que estaban allí no se quedaron de brazos cruzados. Los testigos acudieron a ayudar al herido hasta que llegaron los servicios sanitarios y una patrulla de la Policía Nacional. Mientras tanto, el agresor se dio a la fuga, pero no estuvo mucho tiempo escondido; gracias a las batidas realizadas por los agentes, fue localizado unas horas más tarde.
Una vez identificado como el causante de esta salvaje agresión, lo arrestaron bajo el cargo de lesiones. La investigación ha quedado en manos del Grupo de Homicidios para esclarecer todos los detalles sobre este lamentable episodio. ¿Hasta cuándo vamos a permitir este tipo de violencia en lugares donde solo deberíamos disfrutar?