Todo ocurrió en la tranquila plaza de la Constitución de Manacor, un lugar donde la vida transcurre con calma, hasta que una noche se desató el caos. Eran las 5.30 horas del 1 de junio de 2024 cuando un joven colombiano, de solo 23 años, decidió llevar su agresividad al extremo. Según los informes, se acercó a un grupo formado por dos hombres y una mujer con una botella de cristal en mano y lanzó un desafío que heló la sangre: -¿Quién quiere pelear conmigo?
Una pelea que terminó en tragedia
La mujer, al ver la situación, trató de calmar los ánimos pidiendo a este chico que se detuviera. Pero la tensión aumentó y uno de los hombres intervino para evitar lo peor. En ese momento crítico, el agresor rompió la botella contra una pared y se lanzó sobre uno de ellos. Lo que siguió fue aterrador: le asestó al menos cuatro puñaladas con los bordes afilados del cristal roto mientras gritaba frases aterradoras como «Te voy a matar».
La víctima cayó inconsciente al suelo, dejando a sus amigos horrorizados ante la escena. Uno de ellos intentó ayudarle pero también recibió un puñetazo en la nariz por parte del atacante descontrolado. Las lesiones del agredido fueron devastadoras; su rostro requirió casi 40 grapas y puntos de sutura para cerrar esas profundas heridas.
A pesar del horror vivido esa madrugada, no todo estaba perdido. La Policía Nacional logró localizar al agresor poco después del incidente. Sin domicilio conocido y sin remordimientos aparentes, fue detenido por tentativa de homicidio y lesiones graves. Ahora enfrenta una dura condena: el Ministerio Público pide siete años y medio tras las rejas, además de indemnizar a la víctima con 14.300 euros.
Y así es como lo que comenzó como una simple discusión se transformó en un capítulo oscuro para esta comunidad balear. El juicio está programado para el próximo mes de octubre en Palma, donde se espera justicia para quien sufrió tanto daño aquel día.