Todo ocurrió en Platja d’en Bossa, un rincón que debería ser un paraíso pero que, lamentablemente, ha sido escenario de un acto desafortunado. La Guardia Civil de Sant Josep de sa Talaia ha detenido a un turista alemán que decidió patear y, en un abrir y cerrar de ojos, destrozar una escultura de bronce que costaba más de 300.000 euros. ¿Qué le pasaba por la cabeza a este hombre?
Un acto irreflexivo con consecuencias graves
El suceso fue grabado en vídeo y no hay forma de ocultarlo. En las imágenes se observa al hombre golpeando repetidamente el pecho de la estatua hasta derribarla y fracturar uno de sus brazos. Es difícil entender cómo alguien puede actuar así sin pensar en las consecuencias. Este acto vandálico no solo deja una escultura hecha añicos, sino que también plantea preguntas sobre el respeto hacia el patrimonio local.
Los agentes no perdieron tiempo; sabían que al tratarse de un turista con pocos lazos con España, podría intentar marcharse sin asumir su responsabilidad. Fue así como lograron localizarlo justo cuando estaba a punto de abandonar su hotel. En ese instante, se cerró el cerco: fue detenido y ahora tendrá que rendir cuentas por los daños causados.
Es triste ver cómo algunos visitantes llegan a nuestras costas buscando diversión y terminan arruinando lo que otros valoran profundamente. Ojalá este episodio sirva para recordarnos la importancia del respeto por lo ajeno y por nuestra cultura.