En una soleada tarde en Magaluf, un grupo de amigos decidió alquilar una lancha para disfrutar del mar. Pero la diversión dio un giro inesperado cuando uno de ellos, un chico británico de solo 22 años, cayó al agua mientras la embarcación aún estaba en movimiento. La hélice le causó varios cortes, algunos bastante profundos.
La urgencia del momento
El incidente ocurrió cerca de las 17:10, justo frente al famoso Nikki Beach. Los amigos intentaron ayudarlo, pero el pánico no les permitió actuar con claridad. Rápidamente, llegaron los socorristas locales y miembros de Protección Civil; todos se movilizaron para atender al herido antes que llegaran las ambulancias que habían sido llamadas por el 112.
A pesar del esfuerzo colectivo, la situación era grave. El joven fue trasladado a toda prisa al hospital Son Espases mientras los curiosos miraban con preocupación desde la playa llena de gente. Un día que prometía ser una aventura terminó convertido en un episodio aterrador que nadie olvidará pronto.