Era un lunes cualquiera en Son Ferriol, cuando un policía nacional, todavía vestido con su uniforme tras acabar su jornada, se encontró con una situación inesperada. Mientras se dirigía a casa, notó un coche detenido en la carretera con las luces de emergencia parpadeando. Al acercarse, vio a una mujer visiblemente nerviosa dentro del vehículo.
La mujer no tardó en explicarle que había un hombre intentando entrar en su hogar, justo a unos pasos de allí. Sin pensarlo dos veces, el agente se identificó como policía y salió corriendo hacia la escena. Pero lo que siguió fue un momento tenso: el sospechoso trató de huir montando en un patinete eléctrico y, al verse acorralado, le lanzó un puñetazo al agente. Ambos cayeron al suelo en medio de la confusión.
Una intervención rápida y efectiva
Con una mezcla de adrenalina y determinación, el policía logró retener al delincuente mientras llamaba al 091 para pedir refuerzos. En cuestión de minutos, una patrulla llegó al lugar y se llevó detenido al hombre que había intentado robar. Tras revisar el patinete, los agentes descubrieron que era robado también; una clara muestra de cómo algunos creen que pueden salirse con la suya sin consecuencias.
Este episodio nos recuerda que siempre hay alguien velando por nuestra seguridad, incluso cuando menos lo esperamos. ¡Bravo por aquellos que dan todo por protegernos!