En una tranquila mañana en la Playa de Palma, la rutina de algunos se vio interrumpida por la acción rápida de nuestros valientes agentes de la Policía Local. Un ladrón, con más antecedentes que buenas intenciones, fue sorprendido intentando hacerse con el teléfono de un turista. Era el 26 de junio cuando todo sucedió. Este hombre, de 33 años y nacionalidad rumana, se encontró cara a cara con la ley.
La escena del crimen
Los policías realizaban su habitual ronda por la carretera de s’Arenal cuando divisaron a dos hombres que, al notar su presencia, empezaron a actuar sospechosamente. Uno de ellos decidió deshacerse discretamente del objeto que había robado, arrojándolo junto a un expositor comercial. Pero no contaba con que los agentes ya lo habían visto.
Los policías se acercaron rápidamente y lograron identificar a ambos. Al revisar el objeto lanzado, descubrieron que era un teléfono móvil de alta gama. Lo curioso es que el dispositivo tenía configurado el idioma alemán y en su pantalla aparecía una foto de una pareja ajena a los dos hombres allí presentes.
A pesar de las evidencias, el ladrón negó cualquier relación con el móvil y no pudo desbloquearlo ante los ojos atentos de los agentes. Con un historial lleno de robos a sus espaldas, este individuo fue detenido por apropiación indebida.
Mientras se llevaban a cabo las diligencias correspondientes en la Sala de Atestados, sonó el teléfono robado: era la esposa del propietario preocupada por su ausencia. Los agentes le explicaron cómo proceder para formalizar la denuncia y recuperar su bien perdido. Finalmente, nuestro ladrón fue puesto bajo custodia junto con toda la documentación pertinente para dar parte a la Policía Nacional.