Era una mañana como cualquier otra en Santa Ponça, cuando alrededor de las 9.00 horas, el olor a quemado empezó a llenar el aire. Un aparato de aire acondicionado recién instalado se convirtió en el protagonista de un pequeño drama que tuvo a varios vecinos con el corazón en un puño.
El incidente ocurrió en la avenida de la Cruz, donde el humo comenzó a salir del aparato situado en la terraza. Al ver esto, los vecinos no dudaron ni un instante y llamaron al 112 para alertar a los servicios de emergencia. Con la rapidez que caracteriza a nuestros héroes locales, varias patrullas de la Policía Local de Calvià y dos dotaciones del Bombers de Mallorca llegaron al lugar casi inmediatamente.
Afortunadamente, solo fue un susto
A pesar del revuelo, todo quedó en un simple susto. Tras unos momentos tensos y muchas miradas preocupadas, el fuego fue controlado y extinguido sin mayores consecuencias. Según fuentes oficiales, todo se debió a que uno de los conductos de plástico se recalentó hasta arder. Los inquilinos afectados, un matrimonio extranjero que apenas había disfrutado su nueva instalación durante un día, compartieron su experiencia con los agentes: “No nos lo podíamos creer, acabamos de instalarlo ayer”.
Finalmente, tras comprobar que todo estaba bajo control y sin daños graves en la propiedad ni lesiones personales entre los vecinos evacuados temporalmente, estos pudieron regresar tranquilamente a sus hogares. Sin duda, una lección más sobre cómo hasta lo cotidiano puede tornarse inesperado.