En la tranquila calle Nadal de Manacor, el amanecer del miércoles trajo consigo un fuego inesperado que se desató en la casa de una mujer de unos 60 años, quien vive con el síndrome de Diógenes. A las 6:10 horas, las llamas comenzaron a consumir su hogar, lleno hasta los topes con objetos y escombros que llegaban a más de un metro de altura.
Una batalla contra el fuego y la acumulación
Los bomberos, como auténticos héroes anónimos, no dudaron en actuar. Con la colaboración del parque de Manacor y Felanitx, llegaron rápidamente para hacer frente a la situación. Su trabajo fue arduo; lucharon contra el incendio durante casi dos horas hasta lograr extinguirlo por completo alrededor de las 8:00. Al entrar en la vivienda, se encontraron con un escenario digno de una película: muebles antiguos, ropa amontonada y papeles dispersos por doquier.
Aunque aún no se sabe qué provocó este incendio devastador, lo cierto es que los equipos de extinción subrayaron un aspecto crítico: tener tanto material inflamable puede ser una auténtica bomba de tiempo. Esta acumulación no solo dificulta su labor, sino que pone en riesgo no solo a quienes habitan esa casa sino también a toda la comunidad.