En la mañana de este martes, la Audiencia Provincial de Palma se ha visto obligada a aplazar un juicio que prometía ser impactante. La razón no es otra que la huelga convocada por jueces y fiscales, quienes protestan contra las reformas del Ministerio de Justicia. Este parón, que se extenderá hasta el jueves, refleja el profundo descontento en el sector judicial.
Las asociaciones de jueces, a excepción de los progresistas Juezas y Jueces para la Democracia, así como algunas agrupaciones de fiscales, han alzado la voz. Según ellos, las reformas conocidas como leyes Bolaños comprometen la independencia judicial. Y es que estos cambios no son menores: afectan tanto al acceso a las carreras judiciales como al estatuto que rige la Fiscalía, dejando en manos de los fiscales la instrucción de causas penales. Un movimiento que equipara nuestro sistema con el modelo europeo.
Un caso perturbador queda en suspenso
El juicio que debía tener lugar hoy involucraba a un hombre acusado de haber violado a una masajista bajo el engaño de ser policía nacional. La Fiscalía, alarmantemente seria ante este caso, pide 15 años de prisión por agresión sexual y usurpación de funciones públicas. Además, reclama indemnizaciones por daños morales: 20.000 euros para una víctima y 1.000 euros para otra.
Los hechos sucedieron un día frío del 27 de febrero de 2014. El acusado contactó con su primera víctima tras verla anunciada como masajista en internet. Se citaron y él apareció en su puerta con una placa similar a las reales y esposas en mano; le dijo que había recibido denuncias sobre ella y le ofreció un «acuerdo» bastante macabro: sexo a cambio de no llevarla detenida.
A pesar del miedo palpable en aquella mujer, tuvo valor para resistirse; sin embargo, fue forzada bajo amenazas. El mismo patrón se repitió cuando contactó con otra masajista días después; esta última logró llamar a su madre antes de que el atacante pudiera hacerle daño.
La Fiscalía sostiene ahora que estas experiencias han dejado huellas profundas en ambas mujeres: ansiedad y miedo constante son solo algunos estragos provocados por este criminal. Un escenario desgarrador que nos invita a reflexionar sobre lo necesario e importante que es proteger nuestra justicia.