La tarde del sábado, un turista inglés decidió que era buena idea salir de fiesta después de un día de playa. Con el alcohol corriendo por sus venas, se subió a su coche y se lanzó a la carretera. A las 20:00 horas, el desenlace no pudo ser más desafortunado: colisionó violentamente contra una farola en la Ronda de Carlos V. Menos mal que, aunque el accidente fue espectacular, no hubo heridos, solo daños materiales.
Una farola menos en Llucmajor
Los agentes de la Policía Local llegaron rápidamente al lugar del siniestro. El pobre hombre había arrancado la farola de cuajo, como si fuera un muñeco de papel. Para solucionar el desastre, tuvieron que cortar completamente lo que quedaba del artefacto iluminador para poder sustituirlo después. Y claro, no podían dejarle escapar tan fácil; le hicieron la prueba de alcoholemia y dio 0.98 milígramos en aire espirado, lo que equivale a cuatro veces más del límite permitido.
A medida que se limpiaba el caos generado por esta imprudencia, los valientes miembros de Protecció Civil también hicieron acto de presencia para ayudar a retirar los restos del vehículo y limpiar el aceite derramado en la vía pública. ¡Qué jornada! Pero esto no fue todo; unas horas antes, otro accidente también había dejado su huella en la ronda Migjorn donde otra farola sufrió daños significativos tras un choque con un coche volcado. Parece que las farolas están teniendo una semana complicada.