En una madrugada que prometía ser tranquila, los vecinos del segundo piso de la Calle Manacor se encontraron con el susto de su vida cuando un incendio comenzó a consumir parte de su edificio. Afortunadamente, dos agentes de la Policía Local estaban cerca y, gracias a su buen olfato para detectar humo, pudieron actuar rápidamente antes de que las llamas se propagaran. Pero lo que parecía ser solo un fuego común terminó revelando un oscuro secreto escondido tras esas paredes.
Una plantación clandestina al descubierto
En el interior de esa misteriosa vivienda, los policías encontraron más que cenizas y desorden: descubrieron una impresionante plantación de marihuana. La pareja responsable, un hombre y una mujer de 35 y 21 años respectivamente, no estaba en casa durante el incendio. Sin embargo, eso no les salvó de las garras de la ley. Los agentes no tardaron en arrestarlos por delitos contra la salud pública.
Lo más impactante fue ver cómo la mujer detenida portaba un bebé en brazos en el momento del arresto. Para garantizar el bienestar del pequeño, se solicitó la ayuda de un familiar que pudo hacerse cargo del menor mientras se llevaban a cabo las detenciones. Después de una exhaustiva inspección realizada por los efectivos del Grupo II de Estupefacientes, se contabilizaron nada menos que 63 plantas y gran cantidad de marihuana picada lista para ser distribuida.
Es increíble cómo una simple llamada por humo puede desenmascarar actividades ilegales tan peligrosas para nuestra comunidad. Esta situación nos deja reflexionando sobre qué más podría haber estado oculto detrás de esas puertas cerradas.