Una noche de viernes que debería haber sido tranquila se tornó en un auténtico caos en el Paseo Marítimo de Palma. Cuatro jóvenes decidieron que era buen momento para golpear a otro, robarle y arrojarlo al mar. La Policía Nacional no tardó en actuar ante la situación que se vivía sobre las 4:30 horas, cuando la víctima, herida y con un profundo corte en la cabeza, pedía ayuda desesperadamente.
Un acto violento y cobarde
Según relatan los testigos, el joven paseaba por la zona acompañado de una chica cuando fue rodeado por estos cuatro agresores. Sin mediar palabra, comenzaron a golpearle hasta dejarlo malherido y le arrebataron su móvil y una mochila antes de lanzarlo al agua como si fuera un objeto sin valor. Los agentes llegaron rápidamente al lugar tras recibir el aviso y encontraron a la víctima pidiendo auxilio.
A pesar de sus heridas, él mostró una gran fortaleza; aunque necesitaba puntos de sutura, decidió no ser atendido allí mismo y optó por ir directamente al hospital. La labor de los policías fue rápida: tras revisar los alrededores, dieron con un grupo donde se encontraban los presuntos autores del ataque.
Entre ellos había hombres y mujeres que habían sido testigos del incidente. Algunos afirmaron que momentos antes del asalto, el joven había intentado ayudar a su acompañante levantándola en brazos mientras unas amigas trataban de mediar para evitar problemas. Pero este gesto amable no hizo más que atraer la atención de los agresores, quienes no dudaron en atacar.
Finalmente, los arrestos fueron concretados bajo cargos de robo con violencia y lesiones. Uno de los detenidos incluso llevaba consigo el teléfono robado; alegó que lo había encontrado. Afortunadamente, gracias a la intervención policial, se logró devolver el móvil a su legítimo dueño.