Era una tarde tranquila en Palma, pero todo cambió cuando un hombre de 30 años, oriundo de Colombia, decidió cerrar su mundo a cal y canto. Tras enviar mensajes amenazantes a su expareja, se atrincheró en su casa durante más de dos horas. Y lo que es más sorprendente, dejó a su bebé en el rellano del piso antes de encerrarse con sus tres perros grandes.
Un conflicto que escaló rápidamente
Los hechos ocurrieron alrededor de las 18.40 horas en la calle Aragón. Todo comenzó con una discusión entre la pareja; ella le dijo que iba a la playa con amigas y eso desató una tormenta de celos y amenazas. La mujer no dudó ni un segundo y llamó al 112 para denunciar los malos tratos, sabiendo que su hijo estaba solo con él.
La Policía Local llegó rápido al lugar, acompañados por una ambulancia, después de recibir la alerta sobre los mensajes intimidatorios del joven. Mientras tanto, el padre se había encerrado en casa sin querer abrir la puerta. Las horas pasaban y la preocupación aumentaba.
A pesar del tiempo transcurrido, los agentes mantuvieron la calma e incluso activaron a un negociador para tratar de hablar con él. Después de muchas palabras y tensiones acumuladas, finalmente accedió a entregarse tras dos largas horas.
Los investigadores descubrieron que este hombre tenía antecedentes, lo cual no sorprendió a nadie dado el desarrollo dramático del episodio. Pero lo que realmente importa aquí es cómo estas situaciones desgastan a las familias y ponen en riesgo lo más sagrado: nuestros niños.