El pasado sábado, un día que prometía diversión y adrenalina, se tornó oscuro para un joven piloto de moto de agua en Sant Elm. A eso de las 17:00 horas, su amigo, visiblemente preocupado, corrió hacia los socorristas que estaban en la playa pidiendo ayuda. Su compañero, de solo 21 años y nacionalidad española, había sufrido un accidente que le dejó inmovilizado en el agua.
Un momento crítico
Según el relato del amigo, tras hacer algunas maniobras con la moto acuática, su colega cayó al canal de embarcaciones y no podía mover las piernas. La imagen era desgarradora; el joven estaba boca abajo, luchando contra el dolor que emanaba de su cadera. Los socorristas no perdieron ni un segundo y se lanzaron al rescate.
Una vez en el lugar del accidente, rápidamente utilizaron un tablero espinal para estabilizarlo y le colocaron una manta térmica mientras esperaban la llegada de los servicios sanitarios. La situación era crítica y cada minuto contaba.
Poco después, el herido fue evacuado en ambulancia hacia Son Espases. Las primeras informaciones apuntan a que sufrió un acortamiento en una pierna junto con una rotación en la pelvis-clavicular. El susto fue enorme y ahora enfrenta una recuperación incierta tras este desafortunado incidente.