En una noche que prometía ser tranquila en el Port de Sóller, dos mujeres, turistas de unos 50 años, decidieron darle un giro inesperado a su aventura. Todo comenzó cuando intentaron atravesar un pequeño puente peatonal con un coche de alquiler. ¿El resultado? Un espectáculo que dejó a más de uno boquiabierto.
Según los testigos, la conductora no solo aceleró para entrar en ese estrecho paso, sino que se detuvo a mitad del puente y luego no sabía cómo retroceder. ¡Imagínate la escena! Las dos iban visiblemente ebrias y, aunque el puente no estaba hecho para coches, eso no les impidió intentar la maniobra. Algunos residentes se asomaron preocupados al ver el deterioro del puente, preguntándose si aguantaría el peso del vehículo.
Una intervención rápida y necesaria
Afortunadamente, varios vecinos alertados por la situación intervinieron rápidamente. Lograron interceptar el coche y quitarle las llaves antes de que pudiera seguir avanzando. Gracias a ellos, se evitaron daños personales o materiales que podrían haber sido graves.
La llegada de la Policía Local fue inminente. Las turistas intentaron hacer un cambio de posiciones en un intento fallido por simular que la acompañante era quien conducía y estaba en mejor estado. Pero su plan se vino abajo rápidamente y ambas fueron arrestadas.
Este incidente ha dejado una profunda preocupación entre los habitantes del pueblo. La temeridad mostrada por las turistas reabre el debate sobre el monocultivo turístico en Mallorca y sus excesos durante la temporada alta, haciendo eco de una serie de comportamientos incívicos que muchos ya han comenzado a señalar como alarmantes.