Era una noche cualquiera, un 18 de noviembre que nos recuerda lo frágil que es la vida. A las 23:55, dos hombres cruzaban la calle Manacor cuando todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Un joven de 23 años, al volante de un BMW y sin carnet, superaba la velocidad máxima permitida, como si las normas no le importaran en absoluto. Ahora se enfrenta a las consecuencias de su imprudencia.
Un juicio lleno de dolor y responsabilidad
Este lunes, en una sala del Penal de Vía Alemania, el acusado no tuvo más remedio que reconocer los hechos. Asistido por su abogado Julio Romero, aceptó dos años y nueve meses de cárcel por homicidio imprudente y omisión del deber del socorro. Además, tendrá que hacer frente a una multa por conducir sin licencia. Pero eso no es todo; el dolor que dejó atrás es irreparable.
Los abogados de las víctimas intentaron demostrar durante el juicio que aquel fatídico día el joven iba bajo los efectos del alcohol y las drogas. Y aunque nadie pudo confirmar si estaba influenciado por sustancias estupefacientes, lo que sí está claro es que circulaba entre 94 y 99 kilómetros por hora—¡casi el doble de lo permitido!
Un guardia civil involucrado en la investigación declaró: «Calculamos la velocidad con base en las imágenes disponibles y salió a relucir esta alarmante cifra». La noche fue testigo silenciosa del descontrol; mientras tanto, uno de los peatones perdió la vida debido a un traumatismo craneoencefálico grave tras ser arrollado.
Aquel accidente dejó a otro hombre gravemente herido durante quince largos meses de recuperación. Y lo más indignante: después del atropello, el conductor decidió huir sin mirar atrás ni ofrecer ayuda a quienes había destrozado.
A pesar del tiempo transcurrido desde esa noche trágica, ahora se están tomando medidas para reparar algo del daño causado; antes del juicio, el joven consignó 7.500 euros para ayudar a la hija menor de edad de la víctima fallecida. Por su parte, el seguro ya ha pagado más de 280.000 euros en indemnizaciones a los familiares afectados.
La justicia sigue su curso mientras todos reflexionamos sobre cómo unas decisiones pueden cambiar vidas para siempre.