La historia que nos llega desde Ibiza no puede dejar a nadie indiferente. Un matrimonio mayor ha sido detenido por la Policía Nacional tras descubrirse que, durante años, permitieron que su propia nieta sufriera abusos sexuales a manos del abuelo. Esto no es solo un caso de agresión sexual; es una profunda traición dentro de lo que debería ser el refugio más seguro para una niña: su familia.
Un silencio ensordecedor
La situación salió a la luz gracias a la valentía de los padres de la menor, quienes se presentaron ante las autoridades tras escuchar el desgarrador relato de su hija. Ella les confesó que había sido víctima de tocamientos y agresiones por parte de su abuelo durante un periodo prolongado. Y lo más impactante es que su abuela, aunque sabía lo que sucedía, nunca tomó medidas para protegerla ni mostró interés en investigar lo que pasaba entre ellos. Esa falta de acción convierte esta historia en algo aún más doloroso.
El 5 de junio fue el día en el que se hizo justicia, aunque sea a medias: el abuelo fue arrestado bajo sospecha de agresión sexual continuada y la abuela por omisión del deber de impedirlo. Ambos fueron llevados ante el juez, quien ha decidido mantener al abuelo en prisión preventiva mientras se esclarecen los hechos.
A medida que avanza la investigación, también han salido a relucir otros casos. Una declaración reciente reveló intentos previos del abuelo por abusar sexualmente de otra familiar hace años, lo cual confirma la gravedad y continuidad del comportamiento delictivo dentro del entorno familiar. La pregunta queda en el aire: ¿cómo pudieron cerrar los ojos ante tanto sufrimiento?