El pasado 2 de junio, en el barrio del Rafal de Palma, la comunidad demostró que cuando se trata de cuidar lo nuestro, nadie se queda atrás. A eso de las 23:30 horas, unos vecinos atentos y preocupados dieron la voz de alarma al ver a tres personas intentando robar el toldo de una casa deshabitada. Lo que parecía un simple acto vandálico resultó ser un intento más serio: intentar ocupar la vivienda.
La colaboración ciudadana marca la diferencia
Gracias a su rápida reacción, los agentes de la Policía Local llegaron al lugar justo a tiempo. Al acercarse, encontraron a dos hombres y una mujer, todos españoles, junto a un vehículo con una escalera apoyada. Y ahí no terminó la cosa: también descubrieron herramientas que podrían haber servido para forzar la entrada.
Al ser preguntados por los agentes, admitieron que su objetivo era claro: acceder al primer piso del inmueble. Pero no contaban con un detalle clave: la puerta principal tenía un dispositivo antiocupación. Así que decidieron intentar por el balcón. Durante esta operación policial, además de confiscarlas herramientas, uno de ellos resultó implicado en otra infracción más grave al llevar una navaja cuyo tamaño superaba lo permitido.
A raíz de estos acontecimientos, los tres fueron informados sobre su condición como investigados y se les notificó que tendrían que comparecer ante el juez cuando fuera necesario. La Sala de Atestados ya ha comenzado las diligencias pertinentes para llevar el caso ante las autoridades judiciales.