Era un miércoles cualquiera, cuando a eso de las 19:30, la tranquilidad de las calles de Andratx se vio interrumpida por un suceso desafortunado. Una mujer danesa, de alrededor de sesenta años, paseaba plácidamente por la Avinguda Gabriel Roca, con dirección al club de vela. Sin embargo, lo que comenzó como un paseo relajante terminó en un momento crítico.
El accidente y su rápida atención
Testigos del incidente cuentan que la mujer resbaló al salir de unos apartamentos cercanos y cayó al suelo, golpeándose la cabeza. La escena no tardó en captar la atención de quienes estaban cerca. En cuestión de minutos, dos patrullas de la Policía Local llegaron al lugar para asistirla. Aunque estaba consciente, pronto empezó a mostrar signos de deterioro.
Los agentes no perdieron tiempo y decidieron contactar con el servicio de ambulancias del 061. En un abrir y cerrar de ojos, el equipo sanitario apareció en escena para atender a la herida. Con mucho cuidado y apoyo entre todos, lograron ayudarla a levantarse y llevarla hacia el vehículo de Emergencias.
Aún con un vendaje en su cabeza donde había sufrido el impacto, se supo que necesitaba varios puntos de sutura. Por ello, fue trasladada a un centro hospitalario para recibir los cuidados necesarios. Este accidente nos recuerda lo frágil que puede ser nuestra rutina diaria; nunca sabemos cuándo podemos caer o tropezar en nuestro camino.