El pasado miércoles, las llamas hicieron su aparición en la zona de pinar de Cala Rajada, arrasando 0,16 hectáreas antes de que los equipos de extinción pudieran reaccionar. En un momento donde el calor está siendo más intenso de lo habitual, la respuesta rápida y eficaz de los bomberos ha sido fundamental.
A las 12:00 horas, se confirmó el incendio a través de la cuenta oficial en X de la Conselleria d’Agricultura. Acto seguido, se activaron cuatro medios aéreos, cuatro autobombas y un equipo formado por 27 brigadistas junto a dos técnicos y cuatro Ama. Este despliegue permitió estabilizar la situación antes de que se descontrolara más, logrando contener las llamas hacia las 13:20.
Una lucha contra el fuego bien coordinada
A pesar de que la gravedad del incendio fue catalogada como potencial 0, la amenaza era clara y había que evitar su expansión para proteger nuestro bosque. Gracias a su proximidad, los medios aéreos utilizaron la bassa de Son Jaumell para realizar constantes recargas y lanzamientos de agua sobre las llamas.
Finalmente, alrededor de las tres de la tarde del mismo día, el fuego quedó completamente controlado. Se dejó un retén en la zona para asegurar que no hubiera reinicios. La actuación rápida y coordinada demuestra cómo cuando nos enfrentamos al fuego, juntos podemos marcar una diferencia significativa.