En una mañana que prometía ser como cualquier otra, la rutina de una empresa de paquetería en Mallorca se transformó en el escenario de una operación sorprendente. La Guardia Civil y la Agència Tributària de Balears han conseguido desarticular un pequeño pero significativo tráfico de drogas. Todo comenzó con una inspección rutinaria que, para sorpresa de todos, reveló la existencia de un paquete sospechoso. Y aquí es donde entró en acción el héroe canino: un perro detector que no dejó lugar a dudas.
Aquel día, los agentes encontraron dentro del paquete diez tabletas al vacío. Un rápido narco test confirmó lo que ya todos intuían: 969 gramos de hachís escondidos entre papeles y etiquetas engañosas. Este primer hallazgo fue solo el comienzo; impulsó a los investigadores a profundizar más en lo que parecía ser un entramado mucho más grande.
Nueva investigación, nuevas detenciones
Con el objetivo claro, los equipos comenzaron a rastrear al responsable detrás de este envase sospechoso. En poco tiempo, lograron identificar a una persona en Palma como principal sospechosa. Pero la historia no termina ahí; las pesquisas llevaron a otro operativo en otra empresa de reparto donde se encontró otro paquete con características igualmente intrigantes.
El escáner reveló lo que nadie quería ver: 2,642 kilogramos más de hachís distribuidos en 37 tabletas perfectamente embaladas. Las pruebas confirmaron nuevamente su contenido y dos personas fueron detenidas cerca del partido judicial de Inca.
A medida que avanza la investigación, queda claro que esto podría ser solo la punta del iceberg. Con nuevos arrestos aún en el horizonte y las autoridades trabajando sin descanso, la lucha contra el tráfico de drogas sigue siendo más relevante que nunca. La comunidad observa atenta mientras se espera saber qué otros secretos podrían surgir tras este caso.