Era una tranquila madrugada en la Playa de Palma, donde una pareja disfrutaba del espectáculo del amanecer. Pero, de repente, la calma se rompió cuando un joven argelino decidió que era el momento perfecto para hacerse con las pertenencias ajenas. Con sigilo y astucia, se acercó a ellos por detrás y, como si estuviera en una película de acción, empezó a sustraer lo que no le pertenecía.
Afortunadamente, dos agentes de paisano que patrullaban la zona para combatir este tipo de delitos fueron testigos del atraco. Al percatarse de lo que estaba sucediendo, no dudaron en intervenir y darle el alto al ladrón. Pero el chico tenía otros planes: se lanzó al agua como si fuera un pez escapando de la red.
Un desenlace inesperado
Los turistas, aunque asustados por lo ocurrido, pudieron recuperar parte de sus objetos robados e inmediatamente interpusieron una denuncia. Tenían prisa por regresar a su país y no podían dejar pasar esto. Mientras tanto, los agentes ya conocían al sospechoso gracias a sus antecedentes; sabían que sería cuestión de tiempo encontrarlo.
Y así fue. Horas más tarde, mientras patrullaban en Son Gotleu, dieron con él nuevamente. Sin dudarlo, le dieron el alto y procedieron a detenerlo por hurto. Un episodio más que demuestra cómo algunas personas deciden arriesgarlo todo por unos pocos objetos ajenos.