La historia comienza con la detención de un individuo en Palma, que ha sido señalado como uno de los cerebros detrás de una estafa que ronda los 700.000 euros. Mientras tanto, su cómplice se encuentra prófugo, huyendo de la justicia tras el escándalo. Ambos, según las investigaciones, habrían jugado con el dinero ajeno falsificando órdenes de traspaso en una entidad bancaria.
Un fraude bien planeado
Todo comenzó cuando un banco levantó la voz y presentó una denuncia a principios de año. Los responsables del banco no podían creer lo que había sucedido: dos hombres habían utilizado documentación falsa para llevar a cabo cuatro órdenes de traspaso fraudulentas que desembocaron en cuentas a su nombre. Pero aquí no acaba la cosa; estos presuntos delincuentes no solo aprovecharon las facilidades del sistema, sino que también crearon un plazo fijo y un fondo de inversión con el dinero robado. ¡Vaya manera de engañar!
Lo más curioso es que lograron desbloquear esos fondos bloqueados gracias a artimañas ingeniosas y a una gestión rápida. Una vez libres para moverse, rápidamente destinaron casi todo el botín a comprar coches lujosos y joyas brillantes. Se nota que no les tembló el pulso al hacerlo.
A medida que avanza la investigación por parte del Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional, se va desvelando un entramado complicado donde unos pocos pueden arruinar a muchos. La pregunta queda en el aire: ¿hasta dónde llegan las consecuencias del monocultivo turístico y las estafas relacionadas? El desenlace aún está por verse.