La tarde del jueves se tornó inesperadamente caótica en la carretera que conecta el Port d’Andratx con el municipio. Un Jaguar XK 120, un coche clásico que vale entre 80.000 y 130.000 euros según su estado, comenzó a arder mientras su conductor, un hombre español, circulaba por la vía. A las 20:30 horas, lo que debería ser un paseo tranquilo se transformó en una escena de película.
Un aviso a tiempo
El hombre se dio cuenta del humo y decidió parar. En cuestión de minutos, apareció una patrulla de la Policía Local de Andratx, listos para actuar con extintores en mano. Con rapidez y determinación lograron apagar las llamas que devoraban el vehículo; sin embargo, el humo seguía saliendo como si no hubiera mañana.
No querían dejar nada al azar y pidieron apoyo a los Bombers de Mallorca. Los bomberos del Parc de Santa Ponça llegaron pronto y trabajaron sobre el motor humeante del coche mientras lanzaban espuma para controlar el combustible derramado.
Afortunadamente, lograron contener el fuego antes de que todo terminara en una tragedia. Aunque nadie resultó herido –y eso es lo más importante–, el coche quedó bastante dañado. Al preguntarle al propietario sobre los estragos materiales, su respuesta fue sorprendente: «El dinero lo cura todo». Sin duda, una forma peculiar de ver las cosas en medio del caos.