En una noche que prometía diversión, un joven argelino decidió arruinarlo todo al dar una brutal paliza a un hombre justo a la salida de una discoteca en Palma. Este ataque, que ocurrió el pasado 21 de febrero, no solo dejó a la víctima inconsciente, sino que también le costó casi dos meses de hospitalización. El motivo detrás de tal salvajada era tan simple como repugnante: robarle su cartera y su teléfono.
Una agresión inesperada
La Jefatura Superior de Policía ha informado que los hechos se desarrollaron en plena madrugada. La víctima salía del local del Paseo Marítimo cuando, sin previo aviso, fue sorprendido por su agresor. Los golpes fueron certeros; en la cabeza, boca y nuca. Tan fuerte fue la acometida que el hombre no logró recordar nada hasta despertarse sin sus pertenencias.
Tras ser evacuado en ambulancia al Hospital Son Espases, pasó semanas recuperándose antes de poder presentar denuncia. Agentes del Grupo de Policía Judicial no tardaron en iniciar la investigación y, tras identificar al sospechoso, lograron localizarlo y arrestarlo en cuestión de días.
Sin embargo, lo más impactante llegó después. Horas después del arresto, este joven se presentó ante el juez quien ordenó su liberación. ¿Qué mensaje estamos enviando con esto? Una sensación amarga se apodera de nosotros: ¿es esta justicia suficiente para aquellos que sufren?