En la madrugada del miércoles, mientras la ciudad dormía, un control rutinario en Son Gotleu se convirtió en algo inesperado. La Policía Local de Palma interceptó a un hombre colombiano de 26 años que circulaba a toda velocidad y, para colmo, sin carnet. Su comportamiento errático no pasó desapercibido para los agentes, que rápidamente decidieron darle el alto.
Pero lo que parecía ser un simple infractor al volante terminó revelando algo mucho más oscuro. Al detener el vehículo, el conductor confesó que no tenía permiso para conducir y su actitud nerviosa encendió las alarmas. ¿Qué escondía? Al abrir el maletero, los policías se llevaron una gran sorpresa: allí había una mochila repleta de 360 comprimidos que podrían ser Éxtasis (MDMA), además de una roca de 53 gramos del mismo material. Como si eso no fuera suficiente, también encontraron utensilios típicos de la manipulación y distribución de drogas: una báscula de precisión, picadora y hasta medicamentos.
Un descubrimiento inquietante
La situación llevó a la detención del conductor y su acompañante español de 30 años. Las miradas incrédulas se cruzaron entre los agentes; lo que comenzó como un simple control acabó destapando un posible delito contra la salud pública. Una vez cumplidas las diligencias iniciales por parte de la Sala de Atestados, ambos fueron entregados a la Policía Nacional.
La comunidad tiene derecho a sentirse preocupada ante estos acontecimientos; es hora de poner freno al monocultivo turístico y empezar a mirar hacia dentro para proteger lo nuestro. No podemos permitir que estas situaciones se normalicen en nuestras calles.