Era una mañana cualquiera, hasta que, poco después de las 08:45 horas de este jueves, el barrio de sa Colomina se despertó con un estruendo que nadie esperaba. Los vecinos y comerciantes, atónitos, escuchaban las explosiones que provenían del aparcamiento local. De repente, una densa columna de humo negro comenzaba a elevarse por los aires, llenando la atmósfera de incertidumbre.
Un día que comenzó como cualquier otro
A medida que el sonido de las explosiones resonaba en las calles, un técnico de Endesa que se encontraba cerca no dudó en actuar. Con su móvil en mano, llamaba a la central eléctrica para pedir ayuda urgente y cortar el suministro eléctrico. Mientras tanto, la situación se complicaba; aunque no había llamas visibles, el humo seguía saliendo del aparcamiento sin parar.
Desde el Ayuntamiento confirmaron rápidamente que todo esto sucedía por un problema en un cuadro eléctrico ubicado en las escaleras del parking. Afortunadamente, no había coches dañados ni personas atendidas por inhalación. Sin embargo, como medida preventiva, los trabajadores del edificio Cetis fueron desalojados.
El caos empezó a extenderse: las líneas de autobús que pasan por allí quedaron afectadas y el Cetis quedó inoperativo. Algunos usuarios intentaban pasar mientras otros miraban con preocupación cómo acordonaban la zona e impedían el acceso a toda la manzana.
No tardaron en llegar al lugar efectivos de la Policía Local y Nacional para regular el tráfico y asegurar la zona. También llegaron los Bomberos de Ibiza para controlar lo sucedido. La atmósfera estaba cargada; justo cuando todos estaban llevando a sus hijos al colegio y ahora enfrentándose a esta situación inesperada.
Aunque aún no hay comentarios disponibles sobre lo ocurrido desde Ultima Hora, está claro que este incidente ha dejado huella en la comunidad. Un recordatorio más de cómo puede cambiar nuestro día con solo unas explosiones.